El cine por los oídos


Análisis musical de la última escena de “Los chicos del coro”


En la primera parte de la escena podemos ver al profesor saliendo del orfanato, una secuencia con poco movimiento, tranquila, en la que ese mismo personaje nos va narrando algo (minuto 0:00 hasta 0:23 aproximadamente), de repente se para la cámara y el personaje se percata de que hay una serie de aviones de papel en el suelo, sucesos aparentemente inconexos, pero es en ese momento que, gracias a la música que empieza a sonar de fondo y que va en creschendo, el director crea un vínculo directo entre el suceso (los aviones de papel), el autor de ese suceso (los niños), y el motivo (la marcha del profesor), enlace que se va haciendo cada vez más y más emotivo a medida que el profesor recoge las cartas y las empieza a leer, hasta que en el minuto 0:37 la cámara enfoca la ventana, de la cual no paran de salir aviones y en la que más tarde aparecen las manos de sus alumnos despidiéndose de el. En el minuto 1:14 la escena vuelve a retomar la tranquilidad con un plano de este mirando hacia atrás, lo cual viene acompañado de una leve bajada de intensidad con respecto a la música, que es interrumpida cuando vuelve a aparecer la imagen de la ventana y que vuelve de nuevo a subir progresivamente hasta que aparece en escena el director del centro, minuto 1:25 aprox., personaje que a lo largo de la película (y a pesar de ser una película con un elemento tan de peso como es la música) venía acompañado de silencio debido a su carácter autoritario y severo, pero cuya voz en esta última escena está solapada con la melodía. Gracias a la imagen de que los niños se han encerrado en la clase, y el uso de la música que se hace aquí, el director nos hace comprender que el paso del profesor por el centro no ha sido en vano, y que este ha plantado en los niños la semilla de la rebeldía. Este fulgor se calma alrededor del minuto 1:32 donde se ve otro plano del profesor saliendo por la valla del orfanato, acompañado de la música en un segundo plano, y la narración de este en primero, entonces la música va decreciendo hasta que finalmente cesa, y solo escuchamos la voz del narrador, lo cual nos causa una sensación de vacío y de pena que, junto a todo lo que acabamos de presenciar causa un final de película, sin duda, de los más emotivos de la historia del cine.

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