El cine por los oídos
Análisis
musical de la última escena de “Los chicos del coro”
Enlace del
vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=hIlE2f8UAfM
En la primera
parte de la escena podemos ver al profesor saliendo del orfanato, una
secuencia con poco movimiento, tranquila, en la que ese mismo
personaje nos va narrando algo (minuto 0:00 hasta 0:23
aproximadamente), de repente se para la cámara y el personaje se
percata de que hay una serie de aviones de papel en el suelo, sucesos
aparentemente inconexos, pero es en ese momento que, gracias a la
música que empieza a sonar de fondo y que va en creschendo, el
director crea un vínculo directo entre el suceso (los aviones de
papel), el autor de ese suceso (los niños), y el motivo (la marcha
del profesor), enlace que se va haciendo cada vez más y más emotivo
a medida que el profesor recoge las cartas y las empieza a leer,
hasta que en el minuto 0:37 la cámara enfoca la ventana, de la cual
no paran de salir aviones y en la que más tarde aparecen las manos
de sus alumnos despidiéndose de el. En el minuto 1:14 la escena
vuelve a retomar la tranquilidad con un plano de este mirando hacia
atrás, lo cual viene acompañado de una leve bajada de intensidad
con respecto a la música, que es interrumpida cuando vuelve a
aparecer la imagen de la ventana y que vuelve de nuevo a subir
progresivamente hasta que aparece en escena el director del centro,
minuto 1:25 aprox., personaje que a lo largo de la película (y a
pesar de ser una película con un elemento tan de peso como es la
música) venía acompañado de silencio debido a su carácter
autoritario y severo, pero cuya voz en esta última escena está
solapada con la melodía. Gracias a la imagen de que los niños se
han encerrado en la clase, y el uso de la música que se hace aquí,
el director nos hace comprender que el paso del profesor por el
centro no ha sido en vano, y que este ha plantado en los niños la
semilla de la rebeldía. Este fulgor se calma alrededor del minuto
1:32 donde se ve otro plano del profesor saliendo por la valla del
orfanato, acompañado de la música en un segundo plano, y la
narración de este en primero, entonces la música va decreciendo
hasta que finalmente cesa, y solo escuchamos la voz del narrador, lo
cual nos causa una sensación de vacío y de pena que, junto a todo
lo que acabamos de presenciar causa un final de película, sin duda,
de los más emotivos de la historia del cine.
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